Alimentos que empeoran el SIBO y pruebas diagnósticas

Hay ciertos alimentos que debemos de ingerir en menor proporción si no queremos empeorar la sintomatología producida por el SIBO, estos alimentos son:

• Alimentos ricos en Fodmaps: son carbohidratos fermentables que pueden ser difíciles de digerir, lo que provoca más fermentación y síntomas de hinchazón. Algunos ejemplos incluyen la cebolla, el ajo, las manzanas, el brócoli, las legumbres y ciertos productos lácteos
• Azúcares refinados: los dulces, pasteles, refrescos y otros productos procesados, alimentan el crecimiento bacteriano
• Granos con gluten: Alimentos como el pan, la pasta y otros productos que contienen trigo, cebada o centeno pueden irritar el intestino y contribuir a los síntomas de inflamación y malabsorción.
• Lácteos ricos en lactosa: La lactosa en productos como la leche y el helado es mal absorbida en algunas personas con SIBO, lo que aumenta los gases y la diarrea.
• Alimentos fermentados: Aunque son saludables para algunas personas, los alimentos como el kimchi y el chucrut, pueden aumentar la producción de gas y empeorar los síntomas de SIBO al aumentar la cantidad de bacterias presentes.

Una dieta baja en FODMAPs o específica para SIBO puede ayudar a controlar los síntomas. Además, podemos apoyarnos de pruebas diagnósticas para detectar si existe SIBO. Entre las más comunes, se encuentran:

• Prueba de aliento con Lactulosa o Fructosa: se ingiere una solución de lactulosa (azúcar que no se absorbe en el intestino). Las bacterias la metabolizan, produciendo gases como hidrógeno y metano, que se absorben por sangre y se exhalan en el aliento. Se toman muestras de aliento a intervalos generalmente cada 15-20 minutos durante unas 2-3 horas. RESULTADOS: Un aumento rápido en los niveles de hidrógeno o metano indica la presencia de bacterias en el intestino delgado.

  

• Cultivo de líquido intestinal: se obtiene una muestra de líquido del intestino delgado a través de un endoscopio. Luego, la muestra se cultiva en un laboratorio para detectar el crecimiento bacteriano. Es uno de los métodos menos usados, ya que es muy invasivo y difícil de obtener muestras representativas.

• Análisis de sangre: pueden ser útiles para detectar deficiencias nutricionales o marcadores inflamatorios, aunque no son diagnósticos por sí mismos.

• Imágenes (ecografías, TC…): pueden utilizarse para descartar otras causas de síntomas similares, como obstrucciones o alteraciones anatómicas.

Para la preparación de las pruebas, deberás seguir una dieta especial durante 24 horas, evitando alimentos que puedan fermentar. También se recomienda evitar antibióticos, probióticos y laxantes en los días previos.